MURCIA (ESPAÑA)
Cliente: Concurso público
Fecha: 2020
Estado: Presentada
Programa: Cubrir los restos arqueológicos y generar espacio público
Misión: Diseño bioclimático
La plaza de Murcia es nuestro diseño para una plaza abierta a la ciudad y equipada para favorecer la vida urbana. Descansando sobre restos arqueológicos, la plaza conecta una trama histórica con nuevos usos -actividad física, creatividad y cultura, juego, nuevas tecnologías, gastronomía, etc- que aportan una nueva vida al espacio público.
La plaza se caracteriza por múltiples espacios únicos y complementarios. Hay tanto grandes áreas abiertas sin limitaciones espaciales como núcleos cubiertos por cúpulas de cerámica, que son espacios bioclimáticamente acondicionados que, junto con su contenido temático, generarán diversas atmósferas y microclimas.

Todos los espacios son de energía neta cero y energéticamente autosuficientes, lo que significa que tienen potencial para producir más energía de la que consumen. De hecho, las bóvedas cerámicas están equipadas con paneles fotovoltaicos integrados en su estructura y emplean sistemas de refrigeración pasiva. Además, las bóvedas están plantadas con jardines colgantes de especies autóctonas que contribuyen a la regulación térmica de estos microespacios, refuerzan la identidad local y minimizan la demanda de recursos hídricos. No obstante, debido al bajo índice pluviométrico de Murcia, también se ha configurado un sistema para recoger y reciclar el agua de lluvia, satisfaciendo las necesidades de riego que puedan surgir.
Las bóvedas cerámicas se adaptan a diferentes orientaciones y condiciones, favoreciendo el paso de la luz en la orientación norte y en la sur, permitiendo el paso del sol incluso durante el invierno. Las bóvedas también cubren las perforaciones sobre las ruinas, garantizando la estanqueidad de las mismas al tiempo que permiten que estén abiertas a los elementos necesarios, como el flujo de aire. Sólo en condiciones de mucho calor y humedad, cuando la refrigeración pasiva no es posible, se emplean ventiladores controlados por sensores para garantizar el mantenimiento de las ruinas.
A lo largo de las estructuras ligeras, los toldos pueden convertirse en oportunidades de proyección, permitiendo a los usuarios conectar digitalmente con el espacio.