Quienes somos

ecosistema urbano es un equipo de arquitectos, urbanistas y profesionales especializado en la transformación e innovación urbana, que opera bajo principios de design thinking en la intersección entre distintas disciplinas: urbanismo, arquitectura, ingeniería y sociología.

Ecosistema urbano define su filosofía como diseño social urbano, concepto que engloba una manera de entender la ciudad, su contexto social y las dinámicas asociadas, con un enfoque que promueve la auto-organización e interacción social y una relación sostenible con el entorno y el medioambiente. 

ecosistema urbano ha puesto en práctica esta filosofía para diseñar e implementar proyectos en entornos urbanos de distintos países: Noruega, Dinamarca, España, Italia, Francia, China, Rusia, Paraguay, Bahamas, Baréin, Ecuador, Honduras y EEUU, entre otros.

ecosistema urbano es especialista en consultoría urbana y análisis de la calidad del espacio público y dirige procesos de transformación urbana (desde la fase conceptual, hasta la implementación final) para gobiernos locales, nacionales y organismos multilaterales. En los últimos años, ha focalizado su investigación en el diseño de espacios públicos y su acondicionamiento climático, en contextos y climas tan diversos como Baréin o Noruega. Igualmente ha desarrollado metodologías de trabajo que incorporan mecanismos participativos, con herramientas digitales y de diseño en red.

ecosistema urbano fue fundada en el año 2000 en Madrid por los arquitectos y codirectores Belinda Tato y Jose Luis Vallejo, en 2010 el estudio se expandió para abrir una oficina en Boston, y desde entonces opera a nivel internacional. Desde 2004 los socios fundadores Belinda Tato y Jose Luis Vallejo han impartido talleres y conferencias y han sido profesores invitados en muchas de las instituciones y universidades más importantes del mundo

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últimos trabajos

En la actualidad, ecosistema urbano está trabajando en proyectos muy diversos repartidos por todo el mundo. En los dos últimos años ha liderado proyectos de regeneración urbana en varias ciudades de Kirguistán, centrados en la participación ciudadana y la transformación del espacio público, y un proyecto para la revitalización de distintos barrios de Dhaka, en Bangladesh. Actualmente está dirigiendo la construcción de la primera fase de un nuevo espacio público para el Campus Universitario de Málaga (España) y desarrollando el Ecoparque La Paz en Barranquilla (Colombia). Tras haber concluido la construcción del pabellón Cloudroom en Columbus (Ohio), continúa con la investigación sobre el diseño bioclimático de espacios públicos con la creación de un nuevo Pabellón para el Harvard Climate Solutions Change Fund en el campus de la Universidad de Harvard en Cambridge (Massachusetts).

Otros proyectos previos incluyen el Open Shore, la reurbanización del paseo marítimo de West Palm Beach, que comprende el Banyan Hub, un edificio bioclimático de uso mixto en (West Palm Beach, FL, EE.UU.), un proyecto de revitalización paisajística para el Centro Histórico de Hermosillo (México), el Plan de Reactivación del Espacio Público CUENCA RED (Ecuador), el Plan Encarnación Más para la Planificación Urbana y Territorial de Encarnación (Paraguay), y el Plan Maestro para el centro histórico de Asunción (Paraguay).

En paralelo, ecosistema urbano ha desempeñado un trabajo pionero en la creación de redes digitales de participación ciudadana, generando distintas plataformas de comunicación en torno a la sostenibilidad urbana y desarrollando software social que explora las posibilidades de las nuevas tecnologías para mejorar la interacción social y generar entornos urbanos que definan un nuevo concepto de ciudadanía.

www.ecosistemaurbano.com
@ecosistema

10 cosas que hemos aprendido de la ciudad

Urbanismo. Sociedad. Diseño. Existen tres conceptos que describen nuestro trabajo: el contexto urbano, el enfoque social y el diseño entendido como acción, interacción y herramienta de transformación. Es fundamental la comprensión de los distintos tipos de comportamiento y el desarrollo de procesos ciudadanos en todos sus niveles.

La creatividad como red. En un mundo globalizado, la creatividad es la capacidad de conectar cosas entre sí de forma innovadora. Por ello, entendemos que el protagonista del proceso creativo no es únicamente un equipo, sino una red de diseño abierta y multicapa.

La comunidad primero. Las ciudades son creadas y conservadas por personas para personas. El desarrollo urbano sólo tiene sentido cuando la comunidad se preocupa por ellas. Trabajamos para empoderar a las comunidades para impulsar los proyectos que les afectan, de manera que la relevancia social esté garantizada.

Transformación glocal. Así como las ciudades tienen residentes y visitantes, la planificación se hace a diferentes escalas. Cada proyecto urbano nace en un movimiento constante entre la experiencia directa y la especificidad del contexto local, y el flujo global y compartido de información y conocimiento.

Aceptar y manejar el conflicto. La participación, al igual que la conversación, significa plantear todos los puntos de vista y escucharlos. El debate público sólo tiene sentido si participan todas las partes interesadas. Cada proyecto que afecta a la ciudad tiene que valorar tanto el apoyo como la oposición, trabajando desde el consenso y la contradicción.

Asumir complejidad. Para abarcar la complejidad del entorno urbano es necesario simplificarlo. Sin embargo, preferimos admitir carácter inabarcable y entender nuestro trabajo como una capa delgada -con efectos limitados y, a veces, impredecibles- cuidadosamente insertada en esa complejidad.

Aprender haciendo. Nuestra experiencia crece a través de la práctica. Sabemos lo que podemos hacer y nos desafiamos a nosotros mismos para hacer lo que creemos que debemos hacer. Resolvemos los problemas inesperados a medida que nos movemos, y luego tomamos el proceso y los resultados como un aprendizaje constante.

Planificar…. y ser flexible. El desarrollo urbano es lo que ocurre en la ciudad mientras que otros tratan de planearlo. Pensamos en el futuro, hacemos nuestras propias predicciones, pero siempre estamos listos para que la realidad cambie nuestros planes…. sobre todo para mejor. La rigidez acaba con las oportunidades, la participación y la vida urbana.

Adoptar la transdisciplinariedad: Asumimos que nuestro papel como profesionales está evolucionando, los vínculos disciplinarios están perdiendo fuerza, los proyectos urbanos son complejos y las circunstancias cambian continuamente. Esto requiere profesionales de mente abierta, lo suficientemente flexibles para adaptar sus roles y habilidades y utilizar herramientas inusuales.

La tecnología como herramienta social: La tecnología actual nos permite relacionarnos e interactuar mejor entre nosotros y con el entorno que nos rodea. A medida que se reduce la brecha físico-digital y se multiplican las posibilidades, la tecnología se convierte en un elemento cada vez más importante para la vida social urbana.

Mantener la mente abierta: Abierto significa transparente, accesible, inclusivo, colaborativo, modificable, reproducible. Abierto significa que más personas pueden ser parte de él y beneficiarse de él. Estos son los atributos que definen un proyecto hecho para el bien común.

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